Los inicios de año vienen llenos de propósitos y buenos deseos. Para quienes tenemos la intención de cumplirlos, los propósitos deben traducirse en objetivos y metas concretas, lo mismo para las personas que para las empresas.
Si entre tus planes para 2022 está crecer tu negocio, al mismo tiempo que contribuyes a un propósito más grande, tengo buenas noticias: no es necesario ser una fundación filantrópica ni un negocio de impacto social; adoptar una perspectiva Ambiental, Social y de Gobierno Corporativo o ESG (Environmental, Social and Governance, por sus siglas en inglés) puede ser un buen comienzo. https://expansion.mx/