En el año 2000, México publicó su nueva ley de Concursos Mercantiles (LCM) la cual substituyó a la anterior Ley de Quiebras y Supsensión de Pagos que regía esta materia desde el año de 1943. Esta nueva ley fue elaborada bajo las directrices de la ley modelo de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), siendo México el primer país en adaptar su legislación a dicha ley modelo.