En México, la práctica de competencia económica ha sido, desde su creación, una de las áreas más sofisticadas complejas en el Derecho Mexicano. Esto ha derivado en un importante número de modificaciones tanto en instituciones como en la legislación, la mayoría relacionados con incrementar los poderes de las autoridades de competencia económica y las sanciones para aquellos que violen la legislación de competencia económica en México, haciéndola una práctica sumamente ágil en nuestro país.